Tan fugaz como un silbido
y tus palabras brebaje,
jarabe de miel y vino
Venero fue aquel instante
que me enveneno el destino,
un destino de un instante
que atrás queda en el camino,
que a mi espalda, peregrino
caminando hacia adelante
Tan fugaz, como un suspiro
que anhelase detener
Detener aquel instante
en que dijiste Querer
Detenerlo en el recuerdo
sabiendo que no fue Fuego
Detenerlo siendo hielo,
congelarlo en mi memoria
por ser goloso el silbido,
aquel decirme sin ruido,
con palabras sin sonido
que hoy son eco en mi memoria,
eco frío, gélido en mi conservado
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