viernes, 26 de septiembre de 2014

LA INEXISTENCIA DEL TIEMPO

Como  lámina que ondea
suavemente sobre el agua
y al hacerlo se recrea
Como  hoja que indolente
 abandona la rama y suave
reposa sobre el aire y se aleja
Como el aroma distante,
alejado y haragán
que desprende el ritual
mover con ritmo pausado,
con vagancia artesanal
No hay soplo, soplo de grito
No siento el externo aliento
ni del torbellino el agua
que en torno a mi va rugiendo
Soy una burbuja en aire,
aire que lleva con calma,
 suavemente en su costado,
en  alfombrar ondulado
Soy una serena llama
de orientales movimientos
Una odalisca embriagada
por el murmullo del eco
Soy desperezar del alba,
de la aurora que cual mora
de Morfeo se desprende
Un cartel No molestar
cuando Amor estoy haciendo
pudorosa en mi campana
 Isla aislada en mi compás 
Por fin dueña del silencio,
en el poder de mi pausa
Se hace espalda aquel chillar
y la frenética danza
que penetró en mi versar,
en mi retratar dejado
Las agujas detenidas
De la arena no hay caída
Ha quedado retenida 
en el superior cristal
donde no pasa el pasar
que fuera sigue pasando
y arrastra a su presionar,
a zarandear la paz, 
el deslizar del que es rito, parsimonia,
 la inexistencia del tiempo

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