Rosa soy.
Soy rosa roja.
Los pétalos de mi boca
bravos son, enfurecidos
de la sangre que he vertido
al alumbrar cuanto digo.
Rosa soy.
Soy rosa roja,
altiva en el matorral
que no quiebra el vendaval
por de mi ser orgullosa,
de fémina vanidosa.
Yo no preciso de más
para de ti ser igual
en la medida moral,
mi nobleza similar.
Mi color es celestial
y contigo, azul cobalto,
somos, nos mostramos altos.
Así, pues, yo no compito.
Me complemento contigo.
Mitad soy de un manuscrito,
rostro con único ojo,
una forma de mirar.
Y tú, manera de hablar,
que tu voz es diferente,
distinto tu retumbar,
eres sin mi medio libro
aunque un mismo el estribillo
y único sea el trovar.
Tenemos la misma anchura
y exquisito paladar.
Somos la mitad del dúo,
del dúo que eleva el solo
y solo es un triste grito.
Me faltas, de menos hecho
y es que somos yos distintos
como es distinta la carne
que hace bendito el delito.
Digo más.
Te necesito
no precisando tu sombra.
Y no solo carnalmente,
aunque igual te necesito.
Y es que eres yo,
más distinto en el cuerpo
y en la frente.
Me faltas, siento tu ausencia.
Quien no soy, yo lo preciso
como el estambre al pistilo
que no son aún alguien siendo..
Sin ti
no ansío el delito
que no me abre el apetito
Sin sentido delinquir,
no me doy,
yo no me entrego.
Mi fuego tan solo es sueño,
irreal por ser sin ti.
Que sentido delinquir,
ansiar contigo abrasarme
sin quemarnos,
sin quemarme
ni a ti hacerte cicatriz.
No delinco por clemente.
Misericordia conmigo
no agudizo tu impresencia.
Me perdono a, a más feroz,
a más fiero el apetito
por no poder regalarme,
donarme, mitad de mismo.
Y no es que yo juzgue
a nadie,
solo a mi misma critico.
No es bendito mi delito
con la figura de nadie.
Y quizá digas soberbia
donde yo correspondencia
.Piezas ocultas del puzzle
son imanes, en el telar ensamblaje
por no ser, siendo uno mismo.
O son piezas que repelen,
cuanto más si hay insistencia
en lograr acomodarse.
Aunque sé que me ignoraste,
que de mirar te olvidaste,
que te he sido indiferente,
que para ti no he existido,
sabrás, yo te necesito.
Y es mi culpa no culpable
el vivir sin hacer ruido,
un no al foro de chillidos.
Camino serénamente,
suave quiero mi pisar
y no es causa el despreciar
El ser o no ser estrella
para mi vulgaridad.
Protagonista el plural,
plural que digo mi causa
y mi causa y yo una cosa,
mi razón y yo un motivo.
En plural difuminarme
prosiguiendo singular
por ser fiel a mi
y razón.
A esta causa que eres tú,
que soy yo y todos hacemos
Y sí. Voy a delinquir
aunque delito maldito
pues seré marmólea estatua
por no ser tú, arte conmigo.
Sin ti, de lava glaciar
padeciendo no licuarme
No estás, siamés, conmigo
mi compañía tu ausencia
y faltado tu presencia
el fuego es un desear,
es una hoguera irreal.
Nada importa me maldigas
y vano tengo el halago.
Solo importa mi razón.
El plural es el diamante,
yo un cristal soy de una arista,
siendo lar tan solo chispa.
Y nada más he querido
ni hora pretendo lograr,
que siendo libre el plural
volaré como una chispa
y puede un mismo destino
tejamos al caminar,
compañero peregrino.
Compañero peregrino
no digas, pues, soy tu igual
pues decir es diferente
a reconocerme tal.
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